En este momento de la historia, el narrador introduce un detalle histórico. Había una costumbre antigua en Israel "tocante a la redención y al contrato" (v.7a). Para "la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero" (v.7b). El propósito de esta práctica era que "servía de testimonio en Israel" (v.7c). Por eso, habiendo indicado a Booz, que le cedía el derecho de redimir las tierras de Mahlón, el pariente cercano "se quitó el zapato" (v.8b).
Lo extraño de esta práctica es que es similar a una mencionada en Deuteronomio 25:7-10, con una gran diferencia. Según Deuteronomio 25:9, se le quitaba el calzado al pariente cercano cuando este no quería casarse con su cuñada con el fin de levantar hijos para su hermano difunto. Además de quitarle el calzado, se le escupía en la cara en señal de menosprecio por no querer velar por los intereses de su hermano. Lo que no queda claro es si lo que leemos en Rut 4:7 se deriva de esa ley o si era una tradición diferente.
OJO: El autor de Rut no afirma que la práctica de quitarse el zapato y darlo a la otra parte se debía a la ley de Moisés, sino que era una "costumbre en Israel" (v.7).
Dirigiéndose a los "ancianos" de Belén "y a todo el pueblo" que estaba allí presente, Booz dijo: "Vosotros sois testigos hoy, de que he adquirido de mano de Noemí todo lo que fue de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón" (v.9). Sus palabras indican que el proceso de redención era complejo, porque aunque Booz estaba recibiendo de Noemí todo lo que originalmente le pertenecía a Elimelec, él no se casó con Noemí sino con Rut.
Él estuvo dispuesto a hacer por nosotros lo que nadie más estaría dispuesto a hacer
Lo que queda claro del narrativo es que Booz era más generoso, más desprendido, más servicial, y menos egoísta que el otro pariente cercano. Eso nos habla mucho de Cristo, porque Él estuvo dispuesto a hacer por nosotros lo que nadie más estaría dispuesto a hacer o en la capacidad de hacer: entregar Su vida por nosotros, pagando el precio por nuestros pecados. Es un gran privilegio tener a un Pariente Cercano Redentor como Cristo. A Él le debemos todas las bendiciones que disfrutaremos a lo largo de la eternidad.
Rut probablemente se enamoró de Booz por quién él era: atento, generoso y considerado, y por eso estaba muy contenta de casarse con él. Sin embargo, el acto de redención la llevó a amarle mucho más. De igual modo nosotros, debemos amar al Señor por quién Él es: amoroso, tierno, paciente y generoso. Sin embargo, debemos amarle aún más por todo lo que Él hizo por nosotros, redimiéndonos del pecado y de la muerte eterna, y dándonos una vida nueva. Además de eso, nos hizo hijos de Dios y coherederos de Dios, compartiendo con nosotros Su gloria y herencia. Cristo ha hecho por nosotros muchísimo más de lo que Booz hizo por Rut. Por lo tanto, la Iglesia debe amar al Señor mucho más de lo que Rut amó a Booz.
Lo interesante del v.9 es que Elimelec y Quelión son mencionados antes que Mahlón. Eso no se debe a que ellos eran más importantes que él en esta transacción legal, sino toda al revés. Ellos son mencionados primero para completar la lista de los varones, porque como el v.10 indica, la persona realmente importante y la que está en mente en esta transacción, es Mahlón, el heredero de Elimelec.
El propósito de la acción del pariente cercano no era beneficiarse a sí mismo, sino actuar para el bien de su familiar, tal como lo expresó Booz: "para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos y de la puerta de su lugar" (v.10b). Para los judíos, era muy importante salvaguardar el nombre de un miembro varonil de la familia. Eso no sólo obraba a favor de la tribu, sino que aseguraba la tenencia de la tierra asignada a esa tribu.
En términos espirituales, antes de conocer al Señor Jesús nosotros estábamos "muertos en nuestros delitos y pecados" (Ef. 2.1), y el juicio de Dios estaba por borrar nuestros nombres de entre los vivos. Sin embargo, nuestro gran Pariente Cercano Redentor, Cristo Jesús, intervino en nuestra penuria espiritual, actuando como nuestro 'goel' y redimiéndonos de la muerte. ¡Cuán agradecidos debemos estar con Él, por Su redención! Él ha guardado nuestro "nombre" por toda la eternidad.
Fuente: Publicado originalmente por Grupo Editorial PleromaDabar con el título La Novia de Cristo Comentario Bíblico sobre el libro de Rut © 2018 por Alex Donnelly.
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