El día siguiente, quizá temprano en la mañana, "Booz subió a la puerta..." (v.la), a la puerta de la ciudad de Belén. Era el lugar donde se hacían los negocios y las transacciones legales (Dt. 21:19; 25:7). Se sentó con el fin de ver al pariente cercano cuando salía a los campos de cultivo para sus labores agrícolas. La palabra, "pariente", en hebreo es 'goel', lo que indica que se trataba del pariente que podía redimir. Cuando lo vio pasar, Booz se dirigió a él, diciendo: "Eh, fulano, ven acá y siéntate" (v.1b). La expresión en hebrea es idiomática y significa "fulano de tal", que la Nueva Versión Internacional traduce, "amigo mío".
La manera en que se dirigió al pariente cercano da la impresión que Booz cra
superior a él en edad o en rango social. Obediente, el hombre se acercó y se
sentó (v.1c). De ese modo el autor establece la autoridad de Booz. Claramente
era un hombre de estatus social en el pueblo y las personas le hacían caso cuando
él hablaba.
Es interesante observar que el texto bíblico no menciona el nombre del otro
pariente cercano. Podría ser porque el autor desconocía su nombre o porque quería evitar la vergüenza y el dolor que él o sus descendientes sentirían, al conocerse la historia, por la manera en que se comportó, pasando por alto la posibilidad de ser el ancestro de David y del Mesías. Otra posibilidad es que el autor no mencionó su nombre porque Dios quería enseñarnos que cuando una persona actúa en forma egoísta, pasa a la historia como alguien desconocido. Puesto que a él no le interesaba preservar el nombre de Elimelec, el Espíritu Santo tampoco preservó su nombre. Al pasar los años, ese hombre tuvo muchas razones por lamentar la decisión que tomó ese día, porque fue una decisión apresurada, no bien pensada y carente de la dirección de Dios.
¡Cuántas veces tomamos decisiones apresuradas! Lo hacemos, porque no consultamos a Dios y no buscamos Su dirección en nuestras vidas. Actuamos pensando solo en nuestro provecho personal o en nuestros intereses egoístas. Sin embargo, cuando actuamos así perdemos muchas de las bendiciones que Dios nos quiere dar. Tomemos un momento ahora para reflexionar sobre las decisiones que hemos tomado recientemente. ¿Hemos buscado la dirección de Dios? ¿Hemos actuado en forma altruista y generosa? Dios nos ayude a aprender de la experiencia del pariente cercano anónimo.
Luego de tomar contacto con el pariente cercano, Booz convocó "a diez varones de los ancianos de la ciudad (v.2a). En ese tiempo, los "ancianos" del pueblo actuaban como los jueces, determinando los asuntos de justicia y velando sobre las transacciones legales de los ciudadanos. Ellos también respondieron favorablemente al pedido de Booz y ante su solicitud, "se sentaron" (v.2b). Una vez más, vemos cómo el autor de Rut presenta la estatura social de Booz, quien no tuvo mayores problemas en convocar a no menos de diez "ancianos" del pueblo para que sean testigos de la transacción que él estaba por efectuar.
Ante la presencia de los testigos, Booz habló con el pariente cercano y le informó de un detalle que hasta el momento no sabíamos pero que es importante para entender el mensaje del libro de Rut: "Noemi... vende una parte de las tierras que tuvo nuestro hermano Elimelec" (v.3). El detalle de la venta de ciertos terrenos explica la razón por la cual Booz tenía que casarse con Rut. Normalmente, la responsabilidad del pariente cercano se limitaba a redimir terrenos, casas o
familiares, no a casarse con la viuda de un familiar que quedó sin hijos. Esa tarea le competía a un hermano del fallecido (Dt. 25:5-6). Lo que Noemí necesitaba en ese momento no era un esposo, sino un pariente cercano que redimiera las tierras que ella iba a vender, para que las tierras no salieran de la familia de su esposo difunto. Sin embargo, en este caso, como Noemí había perdido a su esposo, era importante que el familiar que redimiera las tierras también se casara con Rut para así asegurar que las tierras al final quedaran dentro de la familia de Elimelec. Noemí no estaba buscando un esposo, porque ella no podía tener hijos o por lo menos dudaba que los podía tener (ver Rt. 1:11-13).
Booz informa al pariente cercano del deseo de Noemí, animándole a cumplir su responsabilidad (v.4a) pero añadiendo, "si no quieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa" (v.4b). Al principio, el hombre respondió favorablemente diciendo, "Yo redimire" (v.4c). Él estaba dispuesto a redimir las tierras, porque de ese modo podía presentarse ante el pueblo como un hombre dispuesto a cumplir la ley, y además podía obtener algunos terrenos a un buen precio. Lo que no tenía en mente, como veremos a continuación, era redimir la tierra para el bien de Elimelec; él lo quería hacer solo para su beneficio personal. Cuando se dio cuenta que para redimir los terrenos tendría que casarse con Rut, se desanimó del asunto (vv.5-9).
Booz cumplió su promesa de actuar rápidamente porque vio la necesidad apremiante de Noemí. Ella no había vendido sus terrenos antes porque no quería que las tierras salicran de la familia de Elimelec. No se animó a ofrecer la tierra en venta al pariente cercano por temor a que, luego de su muerte, el familiar se quedara con la tierra y Rut quedara abandonada por ser extranjera. Booz entendió bien la situación y decidió actuar rápidamente por el bien de Noemí, aunque sabía que al hacerlo arriesgaba la oportunidad de casarse con Rut. Él puso los intereses de Noemí antes de los suyos.
¿Es nuestro comportamiento marcado por el deseo de ayudar a otros o somos personas que solo pensamos en nuestro provecho personal? Si nosotros somos cristianos debemos seguir el ejemplo de Cristo, quien no vino para ser servido, sino para servir y entregar Su vida por otros.
Fuente: Publicado originalmente por Grupo Editorial PleromaDabar con el título La Novia de Cristo Comentario Bíblico sobre el libro de Rut © 2018 por Alex Donnelly.
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