Nunca dejemos que nuestro lugar sea vacío cuando medios de gracia están en marcha, esta es una manera de ser un cristiano que crece y prospera. El mismo sermón que nos perdemos innecesariamente, puede contener una palabra preciosa para nuestras almas en ese momento. La propia reunión para la oración y la alabanza de la que nos mantenemos alejados, puede ser la misma reunión que habría alegrado, establecido, y revivió nuestros corazones.
Sabemos muy poco de lo dependientes que nuestra salud espiritual está en la pequeña, regular, ayuda habitual y lo mucho que sufrimos si perdemos nuestra medicina.
Pensamientos Expositivos en los Evangelios: Juan, volumen 3, [Carlisle, Pensilvania: Estandarte de la verdad, 1987], pp. 454-455. {Juan 20: 24-31}