Para un hijo de Dios es imposible seguir en pecado | L.R. Shelton Jr

Para un hijo de Dios es imposible seguir en pecado | L.R. Shelton Jr

Romanos 6:2: “Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos en él?” No podemos hacerlo. ¿Por qué? Porque la palabra “vivir” significa “continuar y morar”. Esto nos lleva a comprender que, en vista de nuestra posición (bajo el reinado de la gracia), ¡nos es imposible continuar viviendo una vida de pecado!

Fíjate lo que dice 1 Juan 3:9: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. Esta profunda declaración significa que el que nace de Dios ya no sigue en una vida de pecado, o sea que no hace de él una práctica. No puede continuar bajo el reino del pecado porque su simiente (la de Cristo) permanece en él, es decir, la nueva vida de gracia en Cristo.

Juan no está afirmando que el que ha nacido de Dios nunca puede cometer un pecado, porque si éste fuera el significado del versículo, no habría nadie en el cielo, ni habría ningún cristiano hoy sobre la tierra. No, lo que está diciendo es que tal persona no puede continuar viviendo en el reino del pecado. Nota la palabra “no”, o sea que es imposible.

Nuestro Señor dijo: “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre”. Por lo tanto, considera todos estos pasajes y verás claramente que es imposible que un cristiano viva en el pecado, porque está bajo el poder de la gracia y vive en el reino de su fuerza poderosa. Porque el alma redimida se encuentra bajo la influencia y el poder de Cristo, no puede seguir viviendo donde vivía antes porque la misma gracia se lo impide.

Ahora bien, no estoy diciendo que la Biblia enseñe la perfección sin pecado, ni que nuestra naturaleza pecaminosa pueda ser erradicada en esta vida. Esto se debe a que el pueblo de Dios todavía tiene el pecado en la carne, tal como lo explica Romanos 8:10. Lo que está diciendo la Palabra de Dios es que el pecado reinó para muerte antes de que Dios nos salvara, ahora la gracia reina por medio de la justicia, y mayor es el Espíritu Santo que está en nosotros para hacer que la gracia abunde más dentro de nosotros que aquel que desde afuera (Satanás) cause que el pecado abunde en nosotros. El Señor dice más adelante en Juan 8: “Así que si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36). Esa es una libertad absoluta en la que interviene el Hijo, porque vino para darnos vida, y para que esa vida sea más abundante en él.

Este es el verdadero evangelio de la gracia de Dios en Cristo Jesús, del cual dijo Pablo: “No me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). Este evangelio no sólo hace posible que seamos salvos, sino que también nos da todo lo que necesitamos para guardarnos por toda la eternidad. Por lo tanto, dice Romanos 8:1 de los que somos salvos por el verdadero evangelio y la gracia de Cristo: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” para alabanza de nuestro Dios de gracia, ¡podemos decir que podemos andar, y andaremos, conforme al Espíritu, por su gracia!

Fragmentos tomados del libro «El verdadero evangelio de Cristo vs. el evangelio falso del cristianismo carnal – L. R. Shelton Jr

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