Poniendo la vida en orden: la manera egoísta | Colin S. Smith

PONIENDO LA VIDA EN ORDEN: LA MANERA EGOÍSTA

La Biblia muestra dos maneras en las que puedes ordenar tu vida. Pablo llama a la primera, la sabiduría de este siglo, y a la segunda, «la sabiduría oculta» (1 Corintios 2:6,7).

La sabiduría de este siglo ordena tu vida de una forma en la que tú eres el centro de todo. Cuando estás en el centro, miras el mundo y te preguntas: «¿qué quiero obtener de la vida y qué me falta para conseguirlo?», y en seguida trazas tu vida para alcanzar tus metas.

Pablo menciona dos cosas sobre la sabiduría de este siglo. La primera es que la sabiduría de este siglo no te lleva a Dios: «el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría» (1 Corintios 1:21). Las personas que quieren la ayuda de Dios solo para cumplir su propia agenda egocéntrica se desilusionaran. Por mucho que creas en Dios y que ores, si la agenda de tu vida se centra en ti, nunca conocerás a Dios. No puedes ver a Dios solo como un medio para conseguir tus metas. Él no puede ser manipulado por nadie.

La segunda cosa que caracteriza a la sabiduría del mundo es que no tiene nada en común con Jesucristo. La sabiduría de este mundo y la vida en Jesús son como el agua y el aceite. En consecuencia, no puedes añadir algo de Jesús a tu visión egocéntrica de la vida. Si tratas de hacerlo, terminarás siguiendo los pasos de Judas, quien llegó a la conclusión de que seguir a Jesús no lo llevaría a donde quería llegar, y por eso lo entregó a cambio de treinta monedas de plata.

Otro elemento que define a la sabiduría de este siglo es que si decides seguirla, tendrás que crucificar a Cristo. Pablo dice: «Esta sabiduría que ninguno de los gobernantes de este siglo ha entendido, porque si la hubieran entendido no habrían crucificado al Señor de gloria» (1 Corintios 2:8).

Antes de que vayas tras la sabiduría de este siglo, tienes que saber que este camino no te llevará a ningún lado (1 Corintios 2:6). El mundo ordena tu vida prometiéndote todo, pero al final fracasa en conseguirlo.

Fragmento extraído del libro Descubre tu nueva identidad en Cristo, Colin S. Smith.

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