Cuando me siento sola,
sin luz ni dirección,
en medio de mi desilusión,
inclino mi corazón ante Dios.
Me dirijo a Él, sin temor,
confiada en su gracia,
disfruto de su amor,
Su presencia me rodea.
Él vive y no está lejos de mí,
habita en mi interior.
En medio de mi aflicción,
su Espíritu me consuela,
su Palabra guía mi camino.
No temo, porque él es mi Dios.
Me envuelve con Su amor.
Calma mi corazón agobiado.
Ilumina mi camino,
guía mis pies por sendas de paz.
Él está conmigo y me ama.
Su presencia es suficiente para mí.
0 Comentarios
Gracias por comunicarte con nosotros.