¿Es tu Dios demasiado pequeño? | Paul D. Tripp

¿Es tu Dios demasiado pequeño? | Paul D. Tripp

Estoy convencido de que gran parte de nuestro miedo, ansiedad, desánimo y desesperanza son resultado de una mala teología. En esencia, ¿de qué trata la Biblia? De la existencia, el carácter y el plan de Dios. Todos los demás aspectos de la Escritura se derivan de la realidad de quién es Dios. Una teología de Dios deficiente o débil conducirá a debilidades en otras áreas de la teología y a debilidades espirituales en la vida diaria. 

Tuve esta experiencia una y otra vez en consejería. Trabajaba con alguien que tenía dificultades para confiar en Dios, pero, al escucharlo describir quién creía que era Dios, comprendí de inmediato por qué le costaba confiar en él. A menudo pensaba: «Si pensara que Dios es así, también me costaría confiar en él».

Un error común en nuestra teología funcional de Dios es pensar que es demasiado pequeño. El Dios que tenemos en la mente carece del poder y la autoridad imponentes, gloriosos e incalculables que posee el verdadero Dios de la Biblia.

El Dios de la Biblia creó el mundo de la nada. El Dios de la Biblia mantiene unida su creación mediante su poder. El Dios de la Biblia ordena a las fuerzas de la naturaleza que cumplan su voluntad. El Dios de la Biblia es soberano sobre todo y sobre todos. El Dios de la Biblia gobierna las naciones, y su voluntad se hará. El Dios de la Biblia reina en un esplendor majestuoso, tan grande que nada se compara con él.

El imponente poder y la autoridad de Dios se manifiestan en la última parte del libro de Jeremías, cuando Dios anuncia su juicio sobre las naciones que rodean a su pueblo. Este es el Señor, y las naciones le rinden cuentas. Nadie puede cuestionar su poder ni la autoridad que tiene para juzgar a quién juzgará. La palabra del Señor vino a Jeremías (Jer. 46:1), y Dios le ordenó que anunciara su juicio sobre Egipto, los filisteos, Moab, Amón, Edom, Damasco, Cedar y Hazor, Elam y Babilonia. Este anuncio de su juicio es un testimonio imponente del poder de Dios.

Él es el Rey supremo sobre cada una de estas naciones. Tiene el poder de hacer por ellas, con ellas y contra ellas lo que quiera, cuando quiera. No tienen poder para desafiar ni resistir su voluntad soberana. Estos anuncios están en la Biblia para que sepamos que este es Dios. Él no solo gobierna sobre estas naciones, sino que domina todo el universo. Dios se sienta en su trono con infinito poder y gloria. Todo lo que te asusta o te causa ansiedad existe bajo su dominio todopoderoso. Gracias a este poder y autoridad, nada de lo que necesites está fuera de su alcance.

Que el Dios de tus pensamientos no sea demasiado pequeño. Que la gloria infinita de su poder y autoridad abrume cualquier cosa en la creación que pueda paralizarte con miedo.

Este artículo es una adaptación de Everyday Gospel: A Daily Devotional Connecting Scripture to All of Life (El Evangelio cotidiano: un devocional diario que conecta las Escrituras con toda la vida) de Paul David Tripp.

* Paul David Tripp (Doctor en Ministerio, Seminario Teológico de Westminster) es pastor, autor galardonado y conferencista internacional. 

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