Un cazador tiene muchas artimañas y astutas estratagemas para atrapar a la presa que persigue; así, el diablo tiene muchas trampas y astutas artimañas para atrapar y destruir las almas de los hombres.
De ahí que se le compare con una serpiente: “No ignoramos”, dice Pablo, “sus maquinaciones” (2 Co. 2:11); y en otro lugar, exhorta a los santos: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo” (Ef. 6:11).
La palabra griega significa las trampas que se tienden para atrapar al hombre: “Él te librará”, dice el salmista, “del lazo del [cazador]” (Sal. 91:3), es decir,… del diablo. Satanás tiene muchas artimañas y trampas para atraer a los hombres al pecado.
* Benjamín Keach (29 de febrero de 1640 – 18 de julio de 1704) fue un ministro bautista inglés y autor cuyo nombre se le dio al Catecismo de Keach.
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