Autor: Yo soy más en Cristo
Al volver nuestra vista a la Palabra de Dios, encontramos en la comunidad primitiva un modelo inspirador. Guiados por el Espíritu Santo, experimentaron un crecimiento espiritual y numérico notable. El libro de Hechos describe su organización eclesial, la distribución de bienes según las necesidades de cada uno y las señales y milagros realizados por medio de los apóstoles. La presencia y acción del Espíritu Santo eran resultado directo de la oración de la comunidad cristiana.
En Hechos 4:29-30, vemos cómo los creyentes piden a Dios confianza y valor para anunciar el evangelio frente a la persecución: "Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu Santo Hijo Jesús". Los primeros cristianos buscaban hacer la voluntad de Dios y, como resultado, recibían Su poder.
La iglesia de hoy debe tomar como modelo a la comunidad primitiva para hacer las mismas obras que se hicieron en el pasado. Como dijo el Pastor Miguel Núñez: "Cuando la iglesia de hoy decida hacer la obra de Dios a la manera de Dios, podrá contar con el poder de Dios". Siguiendo este ejemplo, podemos experimentar el mismo poder y crecimiento que la iglesia primitiva.
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