Esa pregunta tan básica que Dios formula a todo corazón humano: “¿Ha habido algo o alguien que, aparte de Jesucristo, ha reclamado la confianza funcional de su corazón, su preocupación, su lealtad, su servicio, su miedo y su alegría?”. Las preguntas… sacan a la superficie algunos de los sistemas idolátricos de las personas.
“¿A qué o a quién recurre para obtener una estabilidad que sustente su vida, la seguridad y la aceptación?… ¿Qué quiere y espera de verdad [de esta vida]? ¿Qué le haría feliz [de verdad]? ¿Qué le convertiría en una persona digna de aceptación? ¿Dónde busca el poder y el éxito?” Estas preguntas, y otras parecidas, revelan si servimos a Dios o a los ídolos, si buscamos la salvación en Cristo o en salvadores espurios.
Fragmentos tomados del libro «Dioses que fallan» de Tim Keller