Perteneces al Buen Pastor | Colin Smith

Perteneces al Buen Pastor | Colin Smith

«El buen pastor da Su vida por las ovejas. Pero el que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye.» (Juan 10:11-12) 

La relación de un pastor con sus ovejas es, ante todo, una relación de propiedad, en la que el pastor es el dueño del rebaño. Y quizás te preguntes: ¿quisiera pertenecer a alguien por completo? De inmediato, algo en nosotros se resiste a esa idea.

Tiempo atrás, en el huerto del Edén, Satanás tentó a Eva diciéndole: «Ustedes serán como Dios» (Génesis 3:5). Y algo en nuestra naturaleza pecaminosa se empeña en hacernos creer que la vida sería distinta si nosotros ocupáramos el lugar de Dios.

Este fue el caso de la actriz Shirley MacLaine, quien dijo en una ocasión: «Sé que existo, por lo tanto, YO SOY. Sé que la fuente divina existe, por lo tanto, ÉL ES. Dado que yo soy parte de esa fuerza, entonces YO SOY lo que SOY».

Es difícil no sentir pena por Shirley.

Si alguien se considera su propio dios, siempre vivirá en la soledad, pues no tendrá a nadie más a quien mirar ni a quién recurrir en momentos de necesidad, excepto a sí mismo.

Hubo un momento en el que Jesús vio a las multitudes y tuvo compasión de ellas porque «eran como ovejas sin pastor» (Marcos 6:34). Las ovejas sin pastor se alejan y se pierden, son presa fácil para los lobos y serán devoradas con seguridad.

Está claro. Lo peor que le puede suceder a una oveja sin pastor es morir; pero lo que les sucederá a los pecadores que eligen ser su propio dios será aún peor que la propia muerte: un oscuro infierno se extenderá frente a ellos y estarán allí completamente solos.

Pero David afirmó: «El SEÑOR es mi pastor, Él es mi dueño. Su bondad y Su misericordia me seguirán todos los días de mi vida y, cuando muera, mi Buen Pastor me recibirá y moraré en Su casa para siempre. ¡Qué maravilloso es pertenecer completamente al Buen Pastor!

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