PARADOJAS, MISTERIOS, Y CONTRADICCiONES | R.C. SPROUL

Diversos movimientos dentro de nuestra cultura contemporánea, tales como la "New Age", las religiones orientales, y la filosofía irracional, han ejercido su influencia y conducido a una crisis de entendimiento. Ha surgido una nueva forma de misticismo que le otorga al absurdo el sello de la verdad religiosa. A nuestro entender, la máxima del budismo zen, "Dios es una mano aplaudiendo", constituye una clara ilustración de este concepto.

Decir que Dios es una mano aplaudiendo suena como algo profundo. La mente conciente se confunde porque va a contramano de los patrones normales de pensamiento. Suena "profundo" e intrigante hasta que la analizamos cuidadosamente y descubrimos que en el fondo solo se trata de una afirmación carente de sentido.

La irracionalidad es un tipo de caos mental. Descansa sobre una confusión contrapuesta con el Autor de toda verdad que no es un autor de confusión.

El cristianismo bíblico es vulnerable a dichas cadenas de irracionalidad exaltada debido a su cándido reconocimiento de que existen muchas paradojas y misterios en la Biblia. Como lasi referencias que marcan los límites entre las paradojas, los misterios y las contradicciones son débiles pero cruciales, es; que aprendamos a distinguir cuáles son estas diferencias.

Cuando buscamos sondear las profundidades de Dios nos confundimos con mucha rapidez. Ningún mortal puede comprender a Dios exhaustivamente. La Biblia nos revela cosas sobre Dios, cosas que aunque somos incapaces de comprenderlas completamente sabemos que son verdades. No tenemos ningún punto de referencia humano, por ejemplo, para entender a un ser que es tres en persona y uno en esencia (la Trinidad), o a un ser que es una persona con dos naturalezas distintas, la humana y la divina (la persona de Cristo). Estas verdades, tan ciertas como puedan serlo, son demasiado "elevadas" para ser alcanzadas por nosotros.

Nos enfrentamos con problemas similares en el mundo natural. Sabemos que la gravedad existe, pero aunque no la entende-

mos, no por ello intentamos definirla en términos irracionales o

contradictorios. Casi todos estamos de acuerdo que el movimiento

forma parte integral de la realidad, sin embargo, la esencia del

movimiento en sí mismo ha dejado perplejos a los filósofos y a

los científicos por milenios. La realidad tiene mucho de misteriosa

y mucho que no podemos entender. Pero esto no se convierte en

nuestra garantía para dar un salto al absurdo. Tanto en la religión

como en la ciencia, la irracionalidad es fatal. En realidad, es mortal

para cualquier verdad.

El filósofo cristiano Gordon H. Clark en cierta ocasión definió

un paradoja como "un calambre entre las orejas". El propósito de

su definición era señalar que lo que muchas veces se denomina

una paradoja no es nada más que un razonamiento descuidado.

Clark, sin embargo, reconoció con claridad la función y el papel

legítimo de las paradojas. La palabra paradoja proviene de la raíz

griega que significa "parecer o aparecer". Las paradojas nos


resultan difíciles porque a primera vista "parecen" ser contradic-

torias, pero si las examinamos con mayor detalle podemos encon-

trarles la solución. Por ejemplo, Jesús dijo que "El que halla su


vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará"

(Mateo 10:39). Superficialmente, esto parece ser una afirmación


del mismo tenor que la que dice que "Dios es una mano aplaudi-

endo". Parece contener en sí una contradicción. Lo que Jesús


intentó decir, sin embargo, fue que si alguien pierde su vida en un

sentido, la encontrará en otro sentido. Como la pérdida y el


hallazgo están en dos sentidos distintos, no hay ninguna contradic-

ción. Yo sayal mismo tiempo un padre y un hijo pero, obvia-

mente, no en la misma relación.


Debido a que la palabra paradoja ha sido muy frecuentemente


entendida como sinónimo de contradicción, en algunos diccion-

arios ingleses ha sido ingresada como una segunda acepción al


término contradicción. Una contradicción es una afirmación que

viola la clásica ley de no contradicción. La ley de no contradicción

afirma que no es posible que A sea A y no-A al mismo tiempo y

en el mismo sentido. En otras palabras, algo no puede ser lo que

es y no ser lo que es, al mismo tiempo y en el mismo sentido. Se

trata de la ley más importante de todas las leyes de lógica.

Nadie es capaz de entender una contradicción porque una

contradicción es inherentemente no inteligible. Ni siquiera Dios

puede comprender las contradicciones. Pero sin duda que las

puede reconocer por lo que en realidad son -rneras falsedades. La

palabra contradicción proviene del latín "hablar en contra". Tam-

bién se las conoce como una antinomia, que significa "contra la


ley". Si Dios hablara por medio de contradicciones carecería


intelectualmente de leyes, tendría un doble discurso. Es un tre-

mendo insulto y una blasfemia incluso el sugerir que el Autor de


la verdad pudiera hablar con contradicciones. La contradicción es

la herramienta de aquel que miente -el padre de las mentiras que

desprecia la verdad.

Existe una relación entre los misterios y las contradicciones

que fácilmente nos conduce a confundirlas entre sí. No podemos

entender los misterios. No podemos entender las contradicciones.

El punto de contacto entre los dos conceptos es su carácter de no

inteligible. Los misterios no nos resultan claros ahora porque


carecemos d~ l~ información o de la perspectiva para compren-

derlos. La Biblia nos promete que, una vez en el cielo estos


misterios. qu~ ahora no podemos comprender serán explicados.

Las explicaciones solucionarán los misterios del presente. Sin

embargo, no hay ninguna explicación posible, ni en el cielo ni en

la tierra, que pueda solucionar una contradicción.

Resumen


Una p~rad~ja es una contradicción aparente que puede ser

entendida SI se la examina en detalle.

Un misterio es algo que ahora nos resulta desconocido, pero

que puede ser resuelto.


Una contradicción es una violación de la ley de no contradic-

ción. Una contradicción no puede ser resuelta, ni por los


mortales ni por Dios, ni en este mundo ni en el porvenir.


Pasajes bíblicos para la reflexión


Mateo 13:11

Mateo 16:25

Romanos 16:25-27

1 Corintios 2:7

1 Corintios 14:33

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