Quizá has escuchado la expresión: "Esa persona dio un giro de 180°". Cuando esta expresión se refiere a un cristiano, se trata de una metáfora que ejemplifica cómo la salvación transforma nuestra vida y la redirecciona. Cuando escuchaba en predicaciones sobre este giro radical, mi mente dudaba de que esto estuviese pasando en mi vida, pero, a la vez, anhelaba que comenzara aquel cambio, aunque no sabía cómo buscarlo.
¿En algún momento has sentido que quieres cambiar algo en tu vida? Quizá es el tiempo de hacerlo, pero a la luz de las Escrituras. Puede ser que en este mismo instante tu corazón esté gritando por un cambio. ¡No dejes de lado a Dios en este proceso! Ni olvides que esto tiene un propósito eterno y que Dios usa diferentes medios para ayudar. Por ejemplo, el nuevo libro de Justin Burkholder, pastor en la Iglesia Reforma en Guatemala y miembro del consejo pastoral de la Coalición por el Evangelio.
En ¡Quiero cambiar!, Justin propone que la importancia del cambio de cada creyente está en Cristo. A través de doce capítulos, divididos en tres secciones, considera distintos factores que influyen en nuestras vidas y que son fundamentales al momento de buscar un cambio, tales como nuestra identidad, relaciones, sufrimiento, y propósito. El escritor busca demostrar que la vida del creyente no es un proceso estático o lineal hasta la eternidad, sino que está continuamente en movimiento y crecimiento, gracias al poder de Dios que opera en nuestros corazones y en las diferentes áreas de nuestras vidas.
El verdadero cambio comienza en lo profundo de nuestro ser
Diariamente ocurren cambios en nuestro entorno, ya sea a nivel físico, psicológico, o social. ¡Es algo natural! Pero cuando se trata de nuestras vidas, el verdadero cambio solo proviene de la transformación y redención de nuestro corazón entenebrecido (Ro 1:18-32).
El inicio de todo cambio no está en una checklist de lo que debemos hacer o remover de nuestras vidas, sino que está en la obra redentora de Cristo, por la que somos justificados, reconciliados con Dios, y dirigidos hacia Él. Al respecto, Burkholder señala que "Dios ha diseñado nuestro proceso de cambio. Y nuestro proceso de cambio no inicia con la conducta, inicia con un corazón inclinado hacia Él. Nuestro proceso de cambio es de corazón a conducta" (p.10, énfasis añadido).
El verdadero cambio emerge y no se queda en lo profundo de nuestro ser
Si el cambio procede del interior del creyente, ¿cómo ocurre esto? A través de ¡Quiero cambiar!, el autor enfatiza el papel fundamental del Espíritu Santo en nuestra renovación. Permitir que Él obre en nosotros es vital para nuestras vidas, puesto que Él es quien produce los cambios que nos asemejan más a la persona de Cristo.
"Reconocer que somos nuevas criaturas en Cristo, por su obra redentora, nos dará un punto de partida en el proceso de cambio".
No podemos olvidar que es Su poder
el que transforma nuestros corazones: "Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu" (2 Co 3:18).
Un elemento que influye en la correcta nutrición de nuestro ser es comprender dónde está nuestra identidad. El autor señala al respecto que "Para nuestro proceso de cambio es esencial que entendamos claramente nuestra identidad. Esto incluye saber en dónde no buscar nuestra identidad y también entender quién realmente somos en Cristo" (p. 35).
Reconocer que somos nuevas criaturas en Cristo, por su obra redentora, nos dará un punto de partida en el proceso de cambio. Esto nos permitirá experimentar la transformación de manera progresiva: disciplinarnos y servir a Dios con propósitos eternos y, a su vez, crecer en el proceso de santificación.
En la última sección del libro, Justin explica cómo y por qué nuestras decisiones reflejan el estado de nuestro corazón. Cada una de ellas, impulsadas por distintos desafíos (como el sufrimiento, nuestras relaciones, o conflictos), muestran si nuestros corazones anhelan llevar una vida semejante a la de Jesús en estos aspectos. En este sentido, el autor señala: "Tu proceso de cambio de corazón a conducta resulta en una vida íntegra, al vivir todos los momentos a la luz del señorío de Cristo" (p. 168). Todo nuestro ser debe tener el propósito de glorificar a Dios por la eternidad; los cambios en tu vida son necesarios para ello.
Solo podemos cambiar al acercarnos a Dios
¡Quiero cambiar!, es un excelente recurso para estudiar de manera individual o con grupos de distintas edades. A través de cada capítulo, recuerdas o aprendes acerca de lo que necesitas fortalecer en tu vida espiritual. Puede que seas un recién nacido en Cristo o quizá lleves años siendo creyente. Sea cual sea tu realidad, te invito a considerar lo que el pastor Justin Burkholder quiere enseñarte a través de este libro mediante el estudio de lo que Dios nos dice en Su Palabra.
"Muchos piensan que tienen que cambiar para acercarse a Dios, cuando la realidad es que solo pueden cambiar al acercarse a Dios" (p. 54).
Fragmento extraído de la Revista Coalición (Edición 2021), Las Promesas del Evangelio.