Basada en Nehemías 8:8
En nuestro continente, lo más común es escuchar un sermón temático o un sermón emocional que es capaz, incluso, de levantar dichas emociones. Pero, muchas veces, después de que esas emociones han sido levantadas, todavía el pueblo no ha escuchado la Palabra de Dios.
En la predicación expositiva, el predicador ha entrado al texto, el texto le ha dicho lo que Dios ha revelado, ha sido nutrido por el texto, ha escarbado lo que Dios ha puesto allí en tinta para nosotros, para el pueblo a lo largo de los siglos.
El tema de ese mensaje o de esa predicación es exactamente el mismo tema del texto bíblico. Tenemos que recobrar lo que es la palabra autoritativa de Dios en la predicación, pero hay una sola manera de hacer eso, y es volviendo a lo que es la predicación expositiva. Y esto no es nuevo. Podemos ir al libro de Nehemias, por ejemplo, en el Antiguo Testamento, y encontramos en Nehemías 8:8:
"Y leyeron el libro de la ley, traduciéndolo y dándole el sentido para que entendieran la lectura".
Eso es justamente lo que la predicación expositiva es: la exposición del texto, con la explicación de lo que se ha leído y luego la aplicación para la vida diaria. Recuerda, tu interés debe estar puesto en lo que Dios ha dicho y no en lo que el hombre quiera proclamar.
Extraído del libro 95 Tesis para la iglesia de hoy, Miguel Núñez.