Esto es el evangelio: lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz al entregarse a Sí mismo por nuestros pecados, y lo que hace por nosotros ahora por el Espíritu al rescatarnos del presente siglo malo.
Este es el verdadero evangelio. Observa quién se lleva la gloria: «conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén» (Gálatas 1:4-5).
La noche en que Cristo nació, los ángeles cantaron: Gloria a Dios en las alturas. ¿Por qué? Porque Dios hizo por nosotros lo que nunca podríamos haber hecho por nosotros mismos ni por los demás. Este Cristo llevó la maldición por nosotros en Su muerte en la cruz. Él nos recibe con gracia, nos perdona, nos hace hijos y herederos de Dios Padre, y luego por Su Espíritu, mora en nosotros y vive a través de nuestra vida. «Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo» (Gálatas 6:14).
Hay muchos cristianos que tienen su mayor deleite en sí mismos o en su iglesia. Lo que el mundo necesita hoy son cristianos e iglesias que se deleiten en el evangelio.
¿Qué es lo que más te interesa y que está al centro de tu corazón? ¿Tú y tu experiencia; la iglesia y su ministerio o Cristo y Su evangelio?
Extraído del libro Entendiendo el evangelio: Un devocional de 30 días, Colin S. Smith.