Basada en Lucas 10:2
En nuestros días muchos han salido al campo misionero y muchas iglesias han sido plantadas, pero muchos de esos que han salido, han sido enviados por los hombres y no necesariamente por el Señor de la mies.
Nosotros rogamos a nuestro Dios que nos abra los ojos, que nos ayude a entender cuáles fueron sus instrucciones ante la problemática de la labor misionera.
El Señor Jesucristo nos enseñó que la mies es mucha. Hay mucho por hacer; sin embargo, cuando Él nos dio una estrategia para recoger la mies, esto es lo que dijo: "Por lo tanto, id donde el Señor de la mies para que Él envie obreros a Su mies" (Lucas 10:2). Necesitamos orar más y quizás enviar menos hasta que ese Señor haya respondido a nuestras oraciones.
Cuando revisamos la historia del libro de los Hechos, vemos a un Pablo y a un Bernabé siendo enviados después de que la iglesia hubo orado y ayunado; luego de ellos ser dirigidos por el Espíritu Santo, fueron enviados; y grande fue la cosecha.
Regresemos al Señor de la mies para que nos dirija, nos instruya y nos enseñe cómo recogerla.
Extraído del libro 95 Tesis para la iglesia de hoy, Miguel Núñez.
Etiqueta:
Miguel Núñez