Si hay algo que hemos observado a lo largo de los años es que muchos ministros de la Palabra se han enseñoreado sobre el rebaño que Cristo les ha entregado. Ciertamente muchos somos llamados líderes. Estamos llamados a liderar a la iglesia. Estamos Ilamados a predicar la Palabra con autoridad, pero una cosa es esa, y otra cosa completamente distinta es ejercer el pastorado de una manera autoritaria.
El apóstol Pablo, el gran apóstol Pablo, nos enseñó cuando escribió en 1 Corintios 4:1 que todo hombre nos considere como siervos y administradores de los misterios de Dios. Dios es el dueño de la causa. Dios es el planificador de Su plan de redención. Dios es el dador de Su Hijo Redentor. Nosotros simplemente somos siervos.
Cuando hayamos hecho todo cuanto nos toca hacer (lo cual nunca ocurrirá), lo único que podremos decir es: "Siervos inútiles somos" (Lucas 17:10). Recordemos cómo sirvió el Señor Jesucristo, y volvamos a servir a Su manera.
Extraído del libro 95 Tesis para la iglesia de hoy, Miguel Núñez.
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