Las siguientes son extracciones de las Reglas Fundamentales del Seminario Teológico Bautista del Sur escritas en el 30 de abril de 1858: "9. Cada Profesor de la Institución debe ser un miembro regular de una iglesia Bautista; y todo aquel que acepte un profesorado en este Seminario, se considerará por su aceptación, como de acuerdo con y nunca en contra del Resumen de Principios que se exponen" (Mueller: History of Southern Baptist Theological Seminary, Historia del Seminario Teológico Bautista del Sur, Broadman Press; p. 238).
1. Las Escrituras
Las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos fueron dadas por inspiración de Dios, y constituyen la única y suficiente regla autoritativa del conocimiento salvifico, de la fe y de la obediencia.
2. Dios
Hay un único Dios, el Creador, Preservador y Gobernador de todas las cosas, que tiene en y por sí mismo, todo lo perfecto, siendo además infinito en ello; y todas las criaturas le deben su amor, reverencia y obediencia.
3. La Trinidad
Dios se revela a nosotros como Padre, Hijo y Espíritu Santo, cada uno con atributos personales distintos, pero sin división de naturaleza, esencia o ser.
4. Providencia
Dios desde la eternidad, decreta o permite todas las cosas que suceden, y sostiene, dirige, y gobierna perpetuamente todas las criaturas y todos los eventos; pero de ninguna manera es el autor ni cómplice del pecado, y tampoco destruye la propia voluntad y la responsabilidad de las criaturas inteligentes.
5. Elección
Es la elección eterna de Dios de algunas personas para la vida eterna -no por causa de algún mérito que Dios haya visto de antemano en ellos, sino por causa de su misericordia en Cristo como consecuencia de lo cual son llamados, justificados y glorificados.
6. La caída del hombre
Dios, al principio, creó al hombre a Su propia imagen y libre del pecado; pero, por la tentación de Satanás, el hombre transgredió el mandamiento de Dios y cayó de su estado original de santidad y justicia; con el resultado que su posteridad heredó una naturaleza corrupta y completamente opuesta a Dios y a su ley, bajo la condenación y tan pronto como tienen capacidad de acción moral, se vuelven transgresores.
7. El Mediador
Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, es el mediador designado por la divinidad entre Dios y el hombre. Habiendo tomado en si mismo la naturaleza humana, pero sin pecado, El cumplió perfectamente la ley, sufrió y murió en la cruz por la salvación de los pecadores. Fue sepultado, resucitó al tercer día y ascendió a su Padre, a cuya diestra está para interceder por los suyos. Él es el único Mediador, Profeta, Sacerdote y Rey de la Iglesia y el Soberano del Universo.
8. Regeneración
La regeneración es un cambio de corazón, producido por el Espíritu Santo, que da vida al que está muerto en delitos y pecados, alumbrando sus mentes espiritualmente y salvíficamente para entender la Palabra de Dios, y renovando toda su naturaleza, a fin de que pueden amar y practicar 1 santidad. Es una obra producida solamente por la libre y especial gracia de Dios.
9. Arrepentimiento
El Arrepentimiento es una gracia evangélica en que, por el Espíritu Santo, una persona siendo hecha sensible con respecto al gran mal de su pecado, se humille por eso con dolor sincero, aborrecimiento de ello y aversión de si mismo, con el propósito y esfuerzo de caminar ante Dios para agradarle en todo.
10. Fe
La fe que salva es la creencia en todo aquello que por la autoridad de Dios está revelado en Su Palabra acerca de Cristo; aceptando y confiando solamente en Él para la justificación y la vida eterna. Esta fe es establecida en el corazón por el Espíritu Santo, y viene acompañada por todas las otras gracias salvíficas, y lleva a una vida de santidad.
11. Justificación
La justificación es la absolución completa de todo pecado que Dios, por su gracia, da a los pecadores que creen en Cristo, por medio de la satisfacción que Cristo ha realizado. No es por alguna cosa que los pecadores hayan hecho o que haya sido logrado en ellos; sino por causa de la obediencia y satisfacción de Cristo, recibiendo ellos esta justificación y descansando en Él y en su justicia por la fe.
12. Santificación
Aquellos que han sido regenerados también son santificados, por la palabra de Dios y el Espíritu que habita en ellos. Esta santificación es progresiva por medio de la fortaleza Divina, la cual todos los santos buscan conseguir, esperando una vida celestial en obediencia perfecta a todos los mandamientos de Cristo.
13. Perseverancia de los santos
Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y santificado por Su Espíritu, nunca caerán totalmente o finalmente del estado de gracia, sino que con todo certeza perseverarán hasta el fin; y aunque pueden caer en pecado, por negligencia y tentación, contristar al Espíritu y disminuir sus gracias y consuelo, traer reprensión a la Iglesia, y juicio temporal sobre sí mismos, serán traídos de nuevo al arrepentimiento, y mantenidos por el poder de Dios por medio. de la fe para salvación.
14. La iglesia
El Señor Jesús es la Cabeza de la iglesia, la cual está compuesta de todos sus discípulos verdaderos, y en El se encuentra todo poder para su gobierno. De acuerdo con este mandamiento, los Cristianos deben asociarse en sociedades particulares o iglesias, y a cada una de estas iglesias Él ha dado la autoridad necesaria para administrar el orden, la disciplina y la adoración que El ha establecido. Los oficiales regulares de una iglesia son obispos (o ancianos) y diáconos.
15. Bautismo
El bautismo es una ordenanza del Señor Jesús, obligatoria para cada creyente, en la cual el creyente está inmerso en agua en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, como una señal de su participación en la muerte y resurrección de Cristo, de la remisión de pecados, y del ofrecimiento de su vida al Señor, para vivir y caminar una vida nueva. Es un prerrequisito para poder entrar en la comunión de la Iglesia y participar de la Cena del Señor.
16. La Cena del Señor
La Cena del Señor es una ordenanza de Jesucristo, para ser administrada con los elementos de pan y vino, y que debe ser observada por sus iglesias hasta el fin del mundo. No es de ningún modo un sacrificio, sino que está designada para conmemorar su muerte, para confirmar la fe y otras gracias de los Cristianos y para ser un medio de unión y renovación de su comunión con El y también con su iglesia.
17. El Día del Señor
El día del Señor es una institución Cristiana de observancia regular, y debe ser empleada en la adoración y la devoción espiritual, tanto pública como privada, descansando de las actividades mundanas y de las diversiones, a excepción de las obras de misericordia y necesidad.
18. Libertad de conciencia
Dios solamente es Señor de la conciencia, y El la ha dejado libre de las doctrinas y los mandamientos de los hombres, que sean de alguna forma contrarios a su palabra, o que no estén contenidos en ella. Los magistrados civiles son ordenados por Dios, y se les debe sujeción en todo lo que sea legal, no solamente por ira sino también por causa del Señor y de la conciencia.
19. La resurrección
Los cuerpos de los hombres después de la muerte vuelven al polvo, pero sus espíritus vuelven inmediatamente a Dios los justos para descansar con El; los impios, para ser reservados en la oscuridad para el juicio. En el día final, los cuerpos de los muertos, tanto justos como injustos, serán resucitados.
20. El juicio
Dios ha determinado un día, en el cual juzgará al mundo por Jesucristo, cuando cada uno recibirá de acuerdo a sus obras; los impíos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna.
Fuente: Reformando una iglesia local, Ernest C. Reisinger (1919-2004)